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I can’t live without my uniform! - emme

Mi uniforme de WowMom

Han sido varias las mañanas en las que al dejar a los niños en el colegio me he dado cuenta de que la camiseta que llevo no combina con los pantalones, que me he olvidado de peinarme o que los zapatos de tacón no eran la mejor opción para una visita al supermercado más tarde. ¿Te suena?

Las mañanas en mi casa son una carrera contrarreloj, mirarse al espejo a veces parece un lujo. Los días de atuendos perfectamente combinados son un lejano recuerdo de la época pre-maternidad.

¿Alguien dijo uniforme para una WowMom?

Frustrada por mis pésimas decisiones matutinas, estaba decidida a encontrar una solución. Al principio, quería salir a comprarme un closet nuevo. Después de todo, tenía la excusa perfecta: ¡no tengo nada que ponerme! Como esa no era una opción "real", decidí ir al revés y elegir un uniforme: varias prendas estandarizadas que usaría repetidamente.

Para mi sorpresa, lo que parecía que sería el momento más aburrido de mi vestuario ha demostrado ser bastante interesante y versátil. Tener un uniforme me ha traído muchos beneficios y me ha permitido redescubrir accesorios y carteras que estaban enterrados en el fondo del armario.


¡Este sencillo atajo ha devuelto el estilo a mi armario y a mis mañanas!

3 piezas x 3 reglas x 3 beneficios

Mi uniforme tiene tres partes:

  • Camiseta sin mangas
  • Pantalones
  • ¡Zapatos! ¿Cómo podemos vivir sin ellos?

    Y por lo general las piezas de mi uniforme de WowMom son de:

    • Color sólido
    • Fácil mantenimiento (No necesita planchado)
    • Extra cómodas si tengo que cambiar de una actividad a otra.

    Estas sencillas reglas me han dado:

    Más tiempo. ¡Lo que más necesito! No paso 10 minutos mirando el armario sin una solución, simplemente tomo mis tres piezas sabiendo que funcionarán juntas. ¡Los minutos que me ahorro los puedo dedicar al desayuno.


    Más opciones. Aunque suene contradictorio, el uniforme funciona en múltiples ocasiones. Si voy a una reunión, lo combino con una chaqueta, unos aretes llamativos y unos tacones altos, pero si hay entrenamiento de fútbol, ​​lo combino con zapatillas y lentes de sol.


    Más ahorro. No gasto dinero en comprar prendas que luego se quedan para siempre en el closet porque no las puedo combinar. Cuando estoy de compras y veo algo que me gusta, me pregunto si se adapta a la idea del uniforme. Eso es suficiente para descartar los pantalones de flecos con los que estaba convencida de que no podría vivir.

    ¡Pero no me malinterpretes! Hay días en los que tengo más tiempo para elegir mis atuendos y sigo siendo libre para experimentar con nuevas tendencias y estilos. Dejo el uniforme de WowMom para esas mañanas en las que ignoro el despertador y el caos parece reinar en mi casa.

    ¿Qué opinas WowMom? ¿Te animas a probar un uniforme?